Desde Intersindical Canaria
LA GERENCIA
Y LA DIRECCIÓN MÉDICA
DEL HUC
DEBEN DIMITIR POR INCOMPETENCIA Y
AUTORITARISMO
Por si la situación actual de recortes en la Sanidad Pública
impuesta doblemente por los Gobiernos Español y Canario, no supusiera
suficiente dosis de humillación a los trabajadores, a los pacientes en lista de
espera y a la ciudadanía en general, a esto hay que sumar, la falta de
profesionalidad de los equipos directivos del HUC, para quienes Intersindical Canaria ha exigido
repetidamente la dimisión. Esto se pone cada día de manifiesto mediante actitudes
de soberbia y de favoritismo personal e incluso ideológico perjudicando a los
no colaboradores con “su sistema”. Aunque
sean personas de reconocido prestigio, continúan siendo perseguidas para
escarmentarles y que se sometan a los dictados del oscuro régimen que tratan
de imponer en el Centro Sanitario.
Del Director Médico del HUC, dice su conducta, que no
hay mayor Cristiano que el Judío Converso. Aquel que otrora se disfrazara de
garante de la defensa de los derechos de los trabajadores, se descubre, ya lo
sabíamos, como un auténtico ente fascista que cree poder permitirse la licencia
de no recibir a los miembros del Comité de Empresa, o de poner en práctica
comportamientos anti asistenciales, no basados en criterios clínicos, sino en
el pago de favores y en el deseo de aferrarse al cargo a toda costa. La
traducción es un estado de permanente acoso de la dirección médica hacia
facultativos altamente cualificados y especializados a los que se les niega la
posibilidad de realizar la labor para la que han recibido formación específica
y mediante el cual pueden ser más útiles a la sociedad.
No poner todos los medios disponibles para el óptimo desempeño,
puede estar ocasionando un delito de omisión del deber de socorro que contempla
el Código Penal. Y si eso ocurre como represalia, porque una Sección Sindical,
en su legítima actuación como representantes de los trabajadores, mantiene una
actitud de denuncia, estamos asistiendo a la puesta en práctica de actividades corruptas deleznables
en la tarea de dirigentes de una Administración Pública. Y, colateralmente,
añadiendo dolor, sufrimiento y lesión en los derechos de pacientes que aguardan
en lista de espera y a los que no se les puede atender con la celeridad
adecuada porque no son puestas a disposición de los trabajadores las
herramientas básicas.
La
Consejería de
Sanidad y el Gobierno de Canarias, de no tomar cartas en el asunto, serían
también cómplices de este sinsentido. Desde Intersindical Canaria REITERAMOS, con el único afán de
preservar al Servicio Público de estas dañinas presencias, la petición de cese
fulminante del Director Médico, Fermín Rodríguez y del Gerente, Ignacio López, que mediante su proceder constituyen un grave
peligro público para la ciudadanía canaria.